Esta es mi esposa,
mi puta privada,
a la que le meto
el chile cuando
yo quiera...
por donde yo
quiera.
Amo a las mujeres hermosas, de formas perfectamente equlibradas o sensualmente exuberantes. Las contemplo,las acaricio, las penetro, las gozo. Amo más que a nada el apretador hoyo que atesoran entre sus sabrosas nalgas. Amarlo es la suprema dicha de cualquier varón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario