Pinche marrana negra, bestia maldita hecha para ser vejada,
¡que culazo te botas! Hasta se me hace agua la boca.
Con qué gusto te voy a lamer el ano, cada uno de los pliegues
del desquiciante agujero por el que expulsas la cagada.
Amo a las mujeres hermosas, de formas perfectamente equlibradas o sensualmente exuberantes. Las contemplo,las acaricio, las penetro, las gozo. Amo más que a nada el apretador hoyo que atesoran entre sus sabrosas nalgas. Amarlo es la suprema dicha de cualquier varón.