-Ay, papi, duele... mucho.
-Me vale madre, para eso
nos casamos. Te dije que sería
mi perra y que te usaría por
donde yo quisiera.
Amo a las mujeres hermosas, de formas perfectamente equlibradas o sensualmente exuberantes. Las contemplo,las acaricio, las penetro, las gozo. Amo más que a nada el apretador hoyo que atesoran entre sus sabrosas nalgas. Amarlo es la suprema dicha de cualquier varón.
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