lunes, 2 de abril de 2012

Algunas putas en cuyo recto con sumo placer he derramado mi semento.

Rossy Mendoza, una de las vedettesprostitutas
más exquisitas de México.



Vanessa de Rio, de apendejante hermosura.
Más buena en la madures que en la juventud.
Enlace

Mesha Lynn, idiotizante. ¿Quién no desea que está belleza le triture la verga con su recto?


Ruthie Lucchessi, belleza que levanta fierros
y me levanta le fierro.
Siempre exquisita, cachonda y cerda,
sabrosisima de chiches,
la diosa-puta Milena Velba



Hay mujeres fisicoculturistas que están como para romperles la cara, pero hay otras que están como para romperles el culo. He aquí una muestra de bellas marranas musculosas que merecen ser agobiadas por el chico con una buena cantidad de carne dura y caliente.

Monica Martin




Debbie Laszewski


Piernas sin nombre,
pero el que no desee clavar la verga
entre esos glúteos es un pendejo.


Lynn Macrossin



Ruthie Lucchesi


No sé quién es esta puta,
pero esta para culearla.
¿A poco no?

B. B. Gunns, hembra de admirables
y deliciosas chichotas.

¿Qué son artificiales? No importa.
¿Qué son unos globos? No importa.
Erostismo es artificio, la belleza es artificio.
Siempre lo fue, desde Nefertiti.

Esta mujer se ve ríquisima.
Cualquiera desea una hembra así.
Cualquier hombre, si pudiera, diría:
cambio mi perra por esta perra suculenta.







Shyla Stylez

Desde la primera vez que vi esta caliente culeada
me enamoré del video porno.
Quiero más de esto, me dije.
Quiero ver mujeres hermosas de carne densa y caliente
que son gozadas por el ano.
Quiero ver cómo una verga tiesa a más no poder
abre la delicada flor anal de una mujer
y hiende hasta lo profundo para gozar del amor femenino
en su más pura expresión.
Quiero ver la expresión de estupefacción y placer
que inunda el restro de una mujer cuando
es tomada por el lado0 equivocado.
El lado equivocado. Que risa. Si no quieres hijos
sino tu placer, tu más intenso placer,
no hay más que ese lado, el lado por el que la carne femenina
aprieta con una intensidad sin igual
la carne del macho, carne que quiere llenar
el cuerpo y el alma de la mujer con una goce
que la desborda, que la estupidiza, que la enmarrana,
que la hace proclive a descender a la aceptación
de lo más bajo y sucio si con ello
proporciona un placer inenarrable al hombre amado.







Así me gusta sentir la gordura del camote:
retacándome el ano hasta más no poder.
Sólo así me siento muy mujer:
intensamente culeada por mi hombre.


- Luis, esto es pecado. Tú eres mi hermano.
Nos vamos a ir al infierno.

- Me vale, hermanita. Tu chico está bien sabroso
y apretante. Este gozo bien vales
una eternidad de sufrimiento.
Además, si mi padre te culea,
¿por qué yo no?

- Pero es diferente. Yo soy carne de su carne
y puede hacer conmigo lo que quiera.

- Pues yo tambié, como ves, y lo que quiero
disfrutar la carne de tud nalgas, tu recto apretador
triturándome la verga.

- Santo dios, ¿por qué todos los hombres
quieren poseerme por el ano?

- Porque es una delicia, hermana, solo por eso.
Porque meterte la verga por las nalgas
es una delicia.


- Claro que me voy a casar contigo, Chelito.
Después de sentir este inmenso placer
quiero volver a sentirlo una y otra vez más.

- ¿Solo por eso te vas a casar conmigo?

- Eres maravillosa, pero lo que siento
al culearte me da un placer estupidizante.
Y esto es lo único que hace soportable
vivir con una mujer a todas horas.
Nada importa si al final de cada noche
vas a estar así sobre mi cama, empinada,
recibiéndo mi carne por las nalgas.

- Este placer es casi insoportable. Y aunque
tus palabras me hieran entiendo.
Yo también quiero que me tomes así cada noche.


A una hembra así yo la amaría
como hombre y como mujer.


Ay, amor, me está partiendo el recto. Sigue, sigue.
Hazme disfrutar. Soy tu marrana y me pasionas.


- Me estás rajando el recto.

- Aguanta, amor, hazme gozar.


"Cabrón, te aprovechas de mí nada más
porque te quiero".


Santo dios, que exquisito placer me da
la combinación de la asfixia con la culeada.


A todos los gusta gozar la carne de las damas bellas,
pero más que nada nos gusta amarlas por el chico.